domingo, 27 de marzo de 2011
Actividades de estimulacion del lenguaje
- * Utilizar constantemente un lenguaje claro y adulto, evitando los diminutivos y el lenguaje infantilizado.
- * Respetar el ritmo personal del niño cuando se expresa. No interrumpirle cuando cuenta algo. No anticipar su respuesta aunque tarde en darla.
- * Si el niño comete errores en su lenguaje, no reír estas incorrecciones, repetir constantemente la expresión. Se puede utilizar el método de corrección indirecta de las palabras del niño, respondiéndole frecuentemente, repitiendo sus frases, corrigiendo las palabras mal dichas y añadiendo las que no dice, pero siempre después de que él haya acabado de hablar.
- * Habituar al niño a que sepa escuchar y que él también sea escuchado.
- *Acostumbrar al niño a que mire a los ojos a la persona que habla, acudir cuando se le llama, dejar lo que esta haciendo y atender a lo que se le dice, no interrumpir a los demás hasta que no hayan acabad su mensaje. Que sepa escuchar hasta el final.
- *Reforzar la producción oral( no tiene porque ser la palabra completa, un balbuceo, una sílaba, etc, con algún premio: una sonrisa, un halago , un caramelo, etc; así como intentar sustituir poco a poco lo gestual por lo oral)
- Cualquier tipo de actividad puede servir de pretexto para impulsar el comportamiento lingüístico. Cuanto más diferentes sean los materiales y recursos empleados, y más variadas las situaciones planteadas, más diversos y ricos serán los modelos lingüísticos que surjan de la actividad.
Actividades:
Representar diálogos telefónicos (iniciación al uso del teléfono).
Vocabulario relativo a nombres:
Nombres de cosas que observamos (3 años).
Una actividad esencial consiste en nombrar lo que se ve en un determinado momento: «¿A ver cuántas cosas de las que vemos ahora podemos nombrar? Veo una mesa.
Denominación a partir de láminas (3 años).
El profesor irá nombrando directamente los elementos que aparecen en la lámina y que son objeto del vocabulario, o iniciará una conversación dirigida sobre ella, de forma que los niños activamente nombren los elementos y hablen sobre ellos.
Si se trabajan los vestidos podemos preguntarle por la ropa que tiene en su armario; qué se pone para estar por casa o dormir; qué hay en los escaparates de las tiendas de ropa, etc.
Se pueden proponer otras situaciones prácticas:
- «¿Qué suele haber dentro del bolso de mamá?»
- «¿Qué lleva tu papá dentro del coche?» o «¿qué cosas hay en el interior de un coche?»
- «¿Qué cosas hay en un circo?, ¿qué personajes actúan?»...
- «¿Qué cosas guarda tu mamá en el costurero?»
«Busca el error»
Una variante, atractiva para los niños, es el comentario de láminas o dibujos incompletos o con errores. Los niños han de observar el dibujo, identificar lo que esta mal o lo que falta, explicar en que consiste el error y cómo estaría correcto el dibujo. La búsqueda del error o absurdo sirve de estímulo para la posterior descripción y explicación; por ejemplo, dibujos de:
-Una cara a la que le falta un ojo, la nariz o una oreja.
- Un coche sin ruedas, o sin faros, o sin volante...
-Un niño que escribe con una regla.
Cuentos de imágenes
Se trata de elegir uno de los numerosos cuentos de imágenes que existen en el mercado editorial y contar una historia a partir de él.
El profesor va presentando a los niños las imágenes y contando una historia relativa a lo que allí se representa. A partir de los dibujos va interpretando y expresando en voz alta lo que allí sucede: de qué personajes se trata, qué ocurre al principio, qué pasa después, cómo finaliza la historia. Al terminar, invita a un niño a contarla toda.
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